Gracias a mis estudios en filosofía, he aprendido la importancia de un vocabulario preciso y una retórica clara. Mis años de residencia en Londres me ayudaron a perfeccionar mi inglés y a sumergirme en la cultura. Pero mis habilidades como traductora no se limitan a estos conocimientos; Además, busco toda la información que el texto demanda, entrego las traducciones de forma puntual y respeto el estilo, tono y contenido del texto original, traduciéndolo a un español perfecto y natural. Este espíritu perfeccionista se hace evidente en mi trabajo.

A lo largo de mi carrera profesional he trabajado con la Universidad de Harvard, además de otros particulares y agencias.